"No va a quedar ni un Apolonio vivo". La represión de una familia en Zarza del Tajo (Cuenca)

A partir de los testimonios recabados entre los familiares de las víctimas, el diario Público ha publicado un estudio de caso que muestra algunos aspectos de la represión franquista en la pequeña localidad conquense de Zarza del Tajo, donde la violencia dictatorial tuvo un notable impacto en relación al número de sus habitantes.

Valerio Fernández fue el alcalde comunista de Zarza del Tajo, fusilado en 1945, y también marido de Teodomira Gallardo, una de las pocas mujeres "topo" de las que se tiene constancia. Teodomira fue encarcelada a la vez que su marido y, cuando este fue ejecutado, además de perderlo a él, tuvo que dejar atrás a sus tres hijos. La hija de ambos, Rocío, que nació entre rejas, relató a Público sus recuerdos en prisión y posteriormente en un colegio de monjas. Su madre intentó recuperar a sus hijos durante años y, al fin, Rocío pudo reunirse con sus hermanos en la casa de su madre cuando esta salió de la cárcel, donde vivió con su padrastro y sus dos hermanastros. 

El hermano de Valerio, Mamerto Fernández García, fue al igual que su hermano ejecutado en cumplimiento de sentencia, en su caso en el Monasterio de Uclés (Cuenca). Su nombre figura en una placa de un panteón en el cementerio improvisado de La Tahona. Es uno más entre los tres centenares de presos que murieron allí entre 1940 y 1943. Carlos, uno de sus hijos, relata al diario Público cómo fue exhumar a su padre después de tanto tiempo. Sus relatos, junto al de otros familiares de víctimas, muestran las historias de vida de muchas familias de represaliados que la dictadura rompió y separó durante décadas.

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