Valerio Fernández [TO-1178]


Valerio Fernández García (de profesión camarero)
era natural de Santa Cruz de la Zarza y murió el día 14/03/45.

Muerto en cumplimiento de sentencia


Otros datos que tenemos de Valerio son:

Sexo: 
Hombre
Estado civil: 
Casado/a
Cargo público: 
Alcalde
Lugar de muerte o condena: 
Madrid
Circunstancias: 
Ejecutado

Observaciones*: 
Natural de Santa Cruz de la Zarza, durante la guerra fue alcalde del PCE de Zarza del Tajo (Cuenca) y combatió en el Cuerpo de Carabineros. Cuando terminó la guerra Valerio huyó pero persiguieron a su mujer, Teodomira Gallardo Cano. Ante las amenazas, ambos se echaron al monte. A finales de marzo de 1940, justo un año después de que Valerio se escapase, Teodomira dio a luz una niña. No había pasado ni un mes del alumbramiento cuando fueron los dos detenidos: ella fue ingresada en la cárcel de Ventas y Valerio en la de Santa Rita, en el barrio madrileño de Carabanchel. Finalmente, fueron juzgados por rebelión militar y les atribuyeron el asesinato de un cura, Pedro García Cuenca. Cura que apareció muerto en un water de un bar de Madrid años después, en 1947. Valerio fue ejecutado el 14 de marzo de 1945 en Madrid. Teodomira salió de la cárcel de Ventas en 1947. Sobre ella se publicó un artículo en El Público el 20 de junio de 2019 titulado “Teo, la única mujer topo que se escondió del franquismo y lo pagó con años de torturas”. También aparece en el prólogo del libro “Los topos” de Jesús Torbado y Manuel Leguineche. La historia de Valerio y de su familia ha sido también destacada en otro artículo de el diario El Público, publicado el 8 de junio de 2021 por Henrique Mariño, bajo el título: "No va a quedar ni un Apolonio vivo": la represión contra la familia de Teo, la única topo del franquismo".

Fuentes: 
El Público/Familiar

Investigadores: 
José María Ruiz Alonso / SEFT


*Nota aclaratoria: el campo “observaciones” puede contener información relativa a las acusaciones formuladas contra las víctimas por los tribunales franquistas. En ningún caso se sostuvieron sobre principios de verosimilitud o legalidad. Los juicios sumarísimos fueron meras ficciones que crearon una supuesta verdad jurídica sin pruebas. En ningún caso ni los juicios ni las acusaciones pueden ser tenidos por verdad.

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