Casimiro Aceituno Aceituno [TO-6467]


Casimiro Aceituno Aceituno (de profesión jornalero)
era natural de Puerto de San Vicente.

Prisión


Otros datos que tenemos de Casimiro son:

Sexo: 
Hombre
Filiación sindical: 
UGT
Lugar de muerte o condena: 
Prisión Provincial de Toledo Campo de concentración Miguel de Unamuno (Madrid) Prisión de Partido de Talavera de la Reina (Toledo) Prisión Provincial de Madrid
Delitos: 
Auxilio a la rebelión
Tribunal: 
Sumario 20.094
Sentencia: 
14 años y 8 meses de reclusión menor

Observaciones*: 
Hijo de Domingo y Adriana. La guerra le sorprende en la provincia de Ciudad Real trabajando en las labores del campo. Marchó al pueblo de su naturaleza el 25 de julio de 1936 hasta que el 18 de agosto del mismo año se incorporó voluntario al ejército republicano donde permaneció en Puerto de San Vicente. Ascendió a cabo y, al ser trasladado a la 110ª Brigada Mixta, se graduó como sargento, permaneciendo todo este tiempo en la Brigada nº1 de Caballería y en retaguardia hasta el final de la guerra. Ingresó en campos de concentración "Miguel de Unamuno" y después fue internado en un Batallón de trabajadores. Cuando fue licenciado marchó a su pueblo donde volvió a ser detenido a los diez meses de su llegada. El 10 de marzo de 1941 ingresa en la Prisión Provincial de Toledo. El 14 de diciembre de 1941 lo hace en la de Talavera de la Reina. El 1 de agosto de 1943 es trasladado a la Prisión Provincial de Madrid a la espera de juicio. El consejo de guerra celebrado el 15 de diciembre de 1943 le condena por un delito de auxilio a la rebelión a una pena de 14 años y 8 meses de reclusión menor. Obtuvo la libertad condicional el 4 de enero de 1945 fijando su residencia en la calle Valencia, 599 de Barcelona.

Fuentes: 
Archivo General e Histórico de Defensa

Investigadores: 
Proyecto Censo de Represaliados de la UGT (Fundación Francisco Largo Caballero) y SEFT.


*Nota aclaratoria: el campo “observaciones” puede contener información relativa a las acusaciones formuladas contra las víctimas por los tribunales franquistas. En ningún caso se sostuvieron sobre principios de verosimilitud o legalidad. Los juicios sumarísimos fueron meras ficciones que crearon una supuesta verdad jurídica sin pruebas. En ningún caso ni los juicios ni las acusaciones pueden ser tenidos por verdad.

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