Santiago Azorín Soria [AB-486]
Santiago Azorín Soria (de profesión agricultor)
era natural de Socovos y murió el día 18/02/1942.
Muerto en cumplimiento de sentencia
Muerto en cumplimiento de sentencia
Otros datos que tenemos de Santiago son:
Apodo:
"Agenciador"
Edad:
32
Sexo:
Hombre
Estado civil:
Soltero/a
Residencia:
Salmerón (Moratalla)
Filiación sindical:
UGT
Actividad en la guerra:
Miliciano/ Voluntario en el ejército
Lugar de muerte o condena:
Tapias del Cementerio de Albacete
Inicio de la condena:
12/05/1939
Circunstancias:
Es reducido a prisión el 12 de mayo de 1939 y fusilado el 18 de febrero de 1943 en las tapias del cementerio de Albacete.
Delitos:
Adhesión a la rebelión
Tribunal:
Causa nº 2007 (Hellín)
Sentencia:
Pena de muerte
Observaciones*:
Voluntario de la 83 Brigada en el ejercito, combatió en el frente de Teruel y en la Columna de Hierro. El consejo de guerra lo condenó a la pena de muerte y lo acusó de estar relacionado con una serie de delitos graves, en un juicio sin las mínimas garantías del derecho al proceso y la defensa. Comparten causa: Juan Azorín Soria, Pedro Azorín Soria, Santiago Azorín Soria, Juan García Sánchez, Antonio Hernández Valero, Isidro Martínez Martínez, Antonio Martínez Navarro, Cristóbal Noguera Muñoz, Elías Peregrina Moreno, Juan Pedro Sánchez Martínez, José Sánchez Sánchez y Bautista Sánchez Valero. Inscrito por orden del Comandante Militar. Ejecutado a las 07:00 horas. Enterrado en la fosa común, patio 1º fila 19 número 24. Trasladado al Osario
Fuentes:
Archivo General e Histórico de Defensa, caja 14715/10 / Manuel Ortiz Heras, Violencia, conflictividad y justicia en la provincia de Albacete (1936-1950), 1994 / Libro del Cementerio de Albacete
Investigadores:
Manuel Ortiz Heras / Yolanda López y Mercedes Galiana / Mario López Ruiz
*Nota aclaratoria: el campo “observaciones” puede contener información relativa a las acusaciones formuladas contra las víctimas por los tribunales franquistas. En ningún caso se sostuvieron sobre principios de verosimilitud o legalidad. Los juicios sumarísimos fueron meras ficciones que crearon una supuesta verdad jurídica sin pruebas. En ningún caso ni los juicios ni las acusaciones pueden ser tenidos por verdad.
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