Luciano Moreno Pérez [AB-6051]
Luciano Moreno Pérez (de profesión jornalero)
era natural de Mahora (Albacete) y murió el día 30/04/1942.
Muerto en cumplimiento de sentencia
Muerto en cumplimiento de sentencia
Otros datos que tenemos de Luciano son:
Apodo:
"Rusia"
Edad:
39
Sexo:
Hombre
Estado civil:
Soltero/a
Residencia:
Mahora (Albacete)
Filiación sindical:
UGT (durante la guerra)
Cargo público:
Vigilante de la prisión
Lugar de muerte o condena:
Tapias del cementerio de Albacete
Circunstancias:
Desglosado del procedimiento sumarísimo nº 61-39 (Albacete). Se celebró el consejo de guerra el 13 de diciembre de 1941, haciéndose ejecutoria la sentencia el 21 de abril de 1942.
Delitos:
Adhesión a la rebelión
Tribunal:
Causa nº 5575-39 (Casas Ibáñez)
Sentencia:
Pena de muerte
Observaciones*:
Miliciano armado al servicio del Comité del Frente Popular de Mahora (Albacete) en los primeros momentos de la guerra, desempeñando el cargo de carcelero en el cuartel de la Guardia Civil, habilitado como prisión. Acusado de ser milciano armado, de robos, saqueos y destrucción de imágenes. Se le acusa que siendo vigilante de la prisión maltrató a los presos e hizo entrega de algunos de ellos a los milicianos para que fueran ejecutados. Se le acusó de participar en los asesinatos de la finca Velástegui (en otro sitios Berástegui). El consejo de guerra del 13 de diciembre de 1941 le condenó a muerte. La sentencia fue ejecutada el 30 de abril de 1942 en Albacete. Inscrito por orden del Comandante Militar. Enterrado en la fosa común, patio 1º fila 14 número 15. Trasladado al Osario
Fuentes:
Archivo General e Histórico de Defensa, caja 15037/10 / Manuel Ortiz Heras, Violencia, conflictividad y justicia en la provincia de Albacete (1936-1950), 1994 / Libro del Cementerio de Albacete
Investigadores:
Manuel Ortiz Heras / Yolanda López y Mercedes Galiana / Lucía Crespo Jiménez / Julián Vadillo Muñoz
*Nota aclaratoria: el campo “observaciones” puede contener información relativa a las acusaciones formuladas contra las víctimas por los tribunales franquistas. En ningún caso se sostuvieron sobre principios de verosimilitud o legalidad. Los juicios sumarísimos fueron meras ficciones que crearon una supuesta verdad jurídica sin pruebas. En ningún caso ni los juicios ni las acusaciones pueden ser tenidos por verdad.
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