José María Lozano Collado [AB-4918]
José María Lozano Collado (de profesión labrador)
era natural de Villarrobledo (Albacete) y murió el día 27/08/1948.
Muerto en cumplimiento de sentencia
Muerto en cumplimiento de sentencia
Otros datos que tenemos de José María son:
Apodo:
"El juez"
Edad:
42
Sexo:
Hombre
Estado civil:
Casado/a
Residencia:
Socuéllamos (Ciudad Real)
Partido:
PSOE
Filiación sindical:
UGT
Actividad en la guerra:
Miliciano
Lugar de muerte o condena:
Tapias del cementerio de Albacete
Delitos:
Rebelión militar con agravantes (agresión a fuerza armada)
Tribunal:
Causa nº 158-46 (Albacete)
Sentencia:
Pena de muerte, inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y pago de 18.750 ptas en concepto de responsabilidad civil, para lo cual se decreta el embargo de sus bienes (no posee).
Observaciones*:
Al terminar la guerra fue detenido durante 24 meses "por pertenecer a Partido Político de Izquierdas", pero no procesado. Liberado en 1942, fue complicado en 1945 en "un complot de carácter comunista" en Socuéllamos (Ciudad Real) y se fugó a la sierra para integrarse en la VI Agrupación de Guerrilleros Centro-Extremadura. En ocasiones también se le denomina "Ciquelo", aunque este alias también se usa con otro guerrillero (Juan Miguel Collado Lozano). Capturado en la casa llamada "La Nieva" de Socuéllamos (Ciudad Real). Inscrito por orden del Comandante Militar. Ejecutado a las 05:45 horas. Enterrado en la fosa general, patio 2º fila 4 número 27. Trasladado al Osario
Fuentes:
Archivo General e Histórico de Defensa, caja 14462/1 / Manuel Ortiz Heras, Violencia, conflictividad y justicia en la provincia de Albacete (1936-1950), 1994 / Libro del Cementerio de Albacete
Investigadores:
Manuel Ortiz Heras / Yolanda López y Mercedes Galiana / Lucía Crespo Jiménez
*Nota aclaratoria: el campo “observaciones” puede contener información relativa a las acusaciones formuladas contra las víctimas por los tribunales franquistas. En ningún caso se sostuvieron sobre principios de verosimilitud o legalidad. Los juicios sumarísimos fueron meras ficciones que crearon una supuesta verdad jurídica sin pruebas. En ningún caso ni los juicios ni las acusaciones pueden ser tenidos por verdad.
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