Humberto Martínez López [AB-5319]
Humberto Martínez López (de profesión director de la prisión del partido de la roda)
era natural de Chinchilla (Albacete) y murió el día 24/05/1939.
Muerto en cumplimiento de sentencia
Muerto en cumplimiento de sentencia
Otros datos que tenemos de Humberto son:
Edad:
58
Sexo:
Hombre
Estado civil:
Casado/a
Residencia:
Albacete
Lugar de muerte o condena:
Tapias del cementerio de Albacete
Circunstancias:
El procedimiento nº 811-39, iniciado en Albacete, se acumuó al presente sumario. Se celebró el consejo de guerra el 18 de abril de 1939 y la sentencia se hizo ejecutoria el 13 de mayo.
Delitos:
Adhesión a la rebelión
Tribunal:
Causa nº 116-39 (La Roda)
Sentencia:
Pena de muerte
Observaciones*:
Ingresó en como funcionario del Cuerpo de Prisiones en noviembre de 1906, ocupaba el cargo de Director en la de Partido de La Roda al estallar la guerra, siendo más tarde designado como jefe de la Prisión Provisional de la Guardia Civil de Albacete (el 25 de agosto de 1936) y también Jefe de Servicios en la provincia. Acusado de participar en la "saca" de 77 detenidos de la Cárcel de La Roda conducidos a Quintanar de la Orden y asesinados 24 de ellos. Comparten causa: Fidel Amat Martínez, Pedro Blasco López, Francisco Díaz González, Antonio Fernández Carrilero, Humberto Martínez López, Víctor Sánchez Huerta, Avelino Sevilla Agudo , Juan Tébar Chuchillo, Sebastián Tébar Moreno, y Sixto Toboso Toboso. Dejó a su muerte dos hijos. Inscrito por orden del Comandante Militar. Ejecutado a las 19:00 horas. Enterrado en la fosa general, patio 3º fosa 3 número 22 y 23. Trasladado al Osario
Fuentes:
Archivo General e Histórico de Defensa, caja 14449/2 / Manuel Ortiz Heras, Violencia, conflictividad y justicia en la provincia de Albacete (1936-1950), 1994 / Libro del Cementerio de Albacete
Investigadores:
Manuel Ortiz Heras / Yolanda López y Mercedes Galiana / Lucía Crespo Jiménez / Mario López Ruiz
*Nota aclaratoria: el campo “observaciones” puede contener información relativa a las acusaciones formuladas contra las víctimas por los tribunales franquistas. En ningún caso se sostuvieron sobre principios de verosimilitud o legalidad. Los juicios sumarísimos fueron meras ficciones que crearon una supuesta verdad jurídica sin pruebas. En ningún caso ni los juicios ni las acusaciones pueden ser tenidos por verdad.
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