Gaspar Panadero Castillo [AB-6448]


Gaspar Panadero Castillo (de profesión aperador)
era natural de Tarazona de la Mancha y murió el día 20/06/1942.

Muerto en cumplimiento de sentencia


Otros datos que tenemos de Gaspar son:

Apodo: 
"Juaniquí"
Edad: 
33
Sexo: 
Hombre
Estado civil: 
Casado/a
Residencia: 
Tarazona de la Mancha
Partido: 
Unión Republicana
Filiación sindical: 
UGT
Cargo público: 
Vigilante del ayuntamiento
Lugar de muerte o condena: 
Tapias del Cementerio de Albacete
Inicio de la condena: 
11/02/1940
Circunstancias: 
Es reducido a prisión el 11 de febrero de 1940 y sentenciado a prisión el 28 de octubre del mismo año, quedando la pena extinta el 14 de octubre de 1954. Se le condena a muerte, siendo fusilado el 20 de junio de 1942 en las tapias del cementerio de Albacete.
Delitos: 
Adhesión a la rebelión
Tribunal: 
Causa nº 7870 (La Roda)
Sentencia: 
Pena de muerte

Observaciones*: 
Condenado a catorce años, ocho meses y un día de prisión menor en la Causa nº 6248 (La Roda), acusado de detener a Miguel Panadero Picazo, Juan Panadero Picazo y Gregorio Martínez Haro. En la Causa nº 7870 (La Roda) es condenado a muerte, acusado de detener a Jesus Picazo picazo, trasladado al Consejo Obrero, del que fue sacado y asesinado. Inscrito por orden del Comandante Militar. Enterrado en la fosa general, patio 3º fila 11 número 11. Exhumado el 20/06/1942 a fosa común patio 1º fila 15 número 5. Exhumado el 04/10/1948 a nicho de restos fila 2 número 5. Trasladado el 12/03/1962 al Cementerio de Tarazona de la Mancha

Fuentes: 
Archivo General e Histórico de Defensa, caja 15220/9 / Manuel Ortiz Heras, Violencia, conflictividad y justicia en la provincia de Albacete (1936-1950), 1994 / Libro del Cementerio de Albacete

Investigadores: 
Manuel Ortiz Heras / Yolanda López y Mercedes Galiana / Mario López Ruiz


*Nota aclaratoria: el campo “observaciones” puede contener información relativa a las acusaciones formuladas contra las víctimas por los tribunales franquistas. En ningún caso se sostuvieron sobre principios de verosimilitud o legalidad. Los juicios sumarísimos fueron meras ficciones que crearon una supuesta verdad jurídica sin pruebas. En ningún caso ni los juicios ni las acusaciones pueden ser tenidos por verdad.

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