Félix Polo Gavilán [CR-1838]


Félix Polo Gavilán (de profesión jornalero)
era natural de Almodóvar del Campo y murió el día 01/07/1941.

Muerto en cumplimiento de sentencia


Otros datos que tenemos de Félix son:

Edad: 
26
Sexo: 
Hombre
Estado civil: 
Casado/a
Residencia: 
Almodóvar del Campo
Filiación sindical: 
CNT
Lugar de muerte o condena: 
Fontanosas (Almodóvar)

Observaciones*: 
Félix Polo fue fusilado junto a sus primos segundos, Manuel, Ramón y Mateo Escribano Cardeñosa, y el hijo de este último, Francisco Escribano Mansilla. Según los testimonios aportados y recogidos en el libro “Fontanosas, 1941-2006, Memoria de Carne y Hueso”, sabemos que los cinco miembros de la misma familia que fueron ejecutados esa noche vivían a unos 8 km de Fontanosas en el paraje conocido como cortijo de los Ligeros, situado en la ladera sur de la sierra de los Barrancones, en las estribaciones de las sierras de Almadén y el Torozo. La mujer de Félix vivió hasta el año 1955 en el cortijo con su hijo que contaba con siete meses cuando fue fusilado su padre, a esa fecha se trasladaron a vivir a Puertollano. A solicitud del Alcalde Pedáneo de Fontanosas, en representación de los familiares y por mediación de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, en febrero de 2006, se comenzó la exhumación de la fosa en la que se encontraban que terminaría en abril de ese mismo año. Los restos se trasladaron de la mano de Paco Etxeberría al País Vasco para su identificación. Tras unos meses de trabajo en el laboratorio contrastando los ADN familiares los restos ya identificados regresaron nuevamente a su pueblo, para ser entregados a sus familiares.

Fuentes: 
AA.VV. (Eds.), Para hacerte saber mil cosas nuevas. Ciudad Real 1939. Madrid: UNED, 2018/López García, J. y Ferrándiz Martín, F, Fontanosas, 1941-2006, Memoria de Carne y Hueso, Ciudad Real, 2010.

Investigadores: 
Julián López García/Francisco Ferrándiz Martín/SEFT


*Nota aclaratoria: el campo “observaciones” puede contener información relativa a las acusaciones formuladas contra las víctimas por los tribunales franquistas. En ningún caso se sostuvieron sobre principios de verosimilitud o legalidad. Los juicios sumarísimos fueron meras ficciones que crearon una supuesta verdad jurídica sin pruebas. En ningún caso ni los juicios ni las acusaciones pueden ser tenidos por verdad.

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