Benito Fernández Polo [AB-2180]
Benito Fernández Polo (de profesión camarero)
era natural de Alhama de Aragón (Zaragoza) y murió el día 08/06/1940.
Muerto en cumplimiento de sentencia
Muerto en cumplimiento de sentencia
Otros datos que tenemos de Benito son:
Edad:
24
Sexo:
Hombre
Estado civil:
Soltero/a
Residencia:
Albacete
Filiación sindical:
CNT (desde antes de la guerra)
Lugar de muerte o condena:
Tapias del cementerio de Albacete
Circunstancias:
Se celebró el consejo de guerra el 12 de enero de 1940, haciéndose ejecutoria la sentencia el 31 de mayo siguiente.
Delitos:
Adhesión a la rebelión
Tribunal:
Causa nº 4027-39 (Albacete)
Sentencia:
Pena de muerte
Observaciones*:
Antes de la guerra trabajaba como camarero en el Bar Alhambra de Albacete. Al producirse la sublevación se presentó en el gobierno civil solicitando armamento y la designación de servicio, y de allí lo enviaron a la Caja de Reclutas, donde fue armado y enviado al campo de Aviación de la Torrecica, donde estuvo un mes aproximadamente. Pasó luego a la CNT, donde estuvo actuando como miliciano hasta el mes de octubre en que marchó a vivir a Pozo Cañada (Albacete), en donde permaneció hasta el mes de febrero del 37 en que marchó al frente al ser movilizada su quinta. Sirvió en el Grupo de Ingenieros de Alumbrado hasta el final de la guerra, cuando fue recluido en el campo de concentración de Albatera. Inscrito por orden del Comandante Militar. Enterrado en la fosa general, patio 3º fosa 6 número 12. Trasladado al Osario
Fuentes:
Archivo General e Histórico de Defensa, caja 14906/7 / Manuel Ortiz Heras, Violencia, conflictividad y justicia en la provincia de Albacete (1936-1950), 1994 / Libro del Cementerio de Albacete
Investigadores:
Manuel Ortiz Heras / Yolanda López y Mercedes Galiana / Lucía Crespo Jiménez
*Nota aclaratoria: el campo “observaciones” puede contener información relativa a las acusaciones formuladas contra las víctimas por los tribunales franquistas. En ningún caso se sostuvieron sobre principios de verosimilitud o legalidad. Los juicios sumarísimos fueron meras ficciones que crearon una supuesta verdad jurídica sin pruebas. En ningún caso ni los juicios ni las acusaciones pueden ser tenidos por verdad.
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