Alfonso Fanjul García [AB-2023]


Alfonso Fanjul García (de profesión pintor)
era natural de Pontevedra y murió el día 14/07/1939.

Muerto en cumplimiento de sentencia


Otros datos que tenemos de Alfonso son:

Edad: 
27
Sexo: 
Hombre
Estado civil: 
Casado/a
Residencia: 
Albacete
Partido: 
PCE (durante la guerra)
Filiación sindical: 
UGT (desde antes de la guerra)
Lugar de muerte o condena: 
Tapias del cementerio de Albacete
Inicio de la condena: 
05/04/1939
Circunstancias: 
Se celebró el consejo de guerra el 26 de mayo de 1939, haciéndose ejecutoria la sentencia el 30 de junio siguiente.
Delitos: 
Adhesión a la rebelión
Tribunal: 
Causa nº 52-39 (Albacete)
Sentencia: 
Pena de muerte

Observaciones*: 
Al producirse la sublevación se encontraba en Infiesto (Oviedo) restableciéndose de un accidente de trabajo que había sufrido trabajando como empleado eventual del Ayuntamiento. Se incorporó al ejército republicano al ser llamada su quinta. Al ser tomada Asturias por las tropas franquistas debió huir, dejando a su mujer y a su hijo, por Francia llegó a Barcelona el 1 de noviembre de 1937, pidiendo el ingreso en el Cuerpo de Asalto, que le fue concedido con un aval de la UGT. En la capital catalana permaneció escaso tiempo en servicio ordinario y, desde allí, fue destinado a Albacete, en donde actuó en servicios de control y Inscrito por orden público hasta el fin de la guerra. Inscrito por orden del Comandante Militar. Ejecutado a las 05:00 horas. Enterrado en la fosa general, patio 3º fosa 4 número 4, 5 y 6. Exhumado el 11/04/1947 a fosa patio 1º número 476 izquierda

Fuentes: 
Archivo General e Histórico de Defensa, caja 14420/8 / Manuel Ortiz Heras, Violencia, conflictividad y justicia en la provincia de Albacete (1936-1950), 1994 / Libro del Cementerio de Albacete

Investigadores: 
Manuel Ortiz Heras / Yolanda López y Mercedes Galiana / Lucía Crespo Jiménez


*Nota aclaratoria: el campo “observaciones” puede contener información relativa a las acusaciones formuladas contra las víctimas por los tribunales franquistas. En ningún caso se sostuvieron sobre principios de verosimilitud o legalidad. Los juicios sumarísimos fueron meras ficciones que crearon una supuesta verdad jurídica sin pruebas. En ningún caso ni los juicios ni las acusaciones pueden ser tenidos por verdad.

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